Urban ego

Este trabajo nace en dos ciudades muy distintas: Atenas y Berlín.

La ciudad de Atenas está repleta de graffitis y pintadas que conviven con los milenarios restos antiguos. La urbe entera parece contagiada de ese aire de ruina, en el que los edificios nuevos no persisten el paso del tiempo y la reciente crisis económica ha acelerado el proceso de lenta desintegración.

Berlín es una ciudad con una memoria arquitectónica mutilada. Los modernos barrios intentan barrer un pasado que hiere sólo con intentar recordarlo. Lo nuevo más nuevo es el grito de guerra de una vanguardia que convive con el gris plomizo de unos edificios convertidos en estampas turísticas al igual que el mismo muro.

Los graffitis aparecen como testimonios de aquellos que se niegan a desaparecer. Individuos que buscan un lugar en medio de tanto gris cemento. Gente anónima que emborona la ciudad dejando patente su yo particular, su ego convertido en descargas de spray. Urban ego son fragmentos de unas ciudades pero también de unas personas que quieren hacerse ver.